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  • Foto del escritorKaren Padilla

El duelo

Actualizado: 2 may 2018

El duelo desde la Gestalt

Karen Padilla


"La elaboración del duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que ya no está , valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su ausencia" Jorge Bucay

Somos seres bio-psico-sociales, y como tenemos todo el tiempo contacto con estas tres partes, constantemente vivimos duelos.


El duelo es el proceso de adaptación que sigue a cualquier pérdida. Biológicamente podemos hablar de duelos por pérdida de alguna parte o funcionamiento del cuerpo, los “achaques” de la edad, enfermedades etc. Psicológicamente podemos mencionar que existen duelos a viejas ideas o formas de vivir, cambios por la edad, etc. Y socialmente, por mencionar tan solo algunos, duelos por pérdida de trabajo, por término de relación de amistad o amorosa o pérdida de un ser querido a causa de muerte.


Constantemente tenemos pérdidas, todo el tiempo, todos los días. Sin embargo, hay pérdidas trascendentes y pérdidas intrascendentes. El duelo viene ante las pérdidas trascendentes y generalmente viene acompañado de gran dolor.


Existe un duelo normal y uno patológico.

El normal toma algún tiempo según la persona (meses, un año, dos) y el patológico puede durar toda la vida y muchas veces es porque la persona se quedó atrapada en una o varias de las etapas del duelo.


Es importante tomar en cuenta que el duelo es un proceso individual, es decir, no hay un orden lógico, un tiempo exacto o una manera correcta de vivirlo. Las etapas que a continuación se mencionan, son las que normalmente se presentan, e intento resumirlas y unirlas a la perspectiva Gestalt, sin embargo, dentro de terapia, este proceso se vive de manera profunda y con diferentes técnicas y cada paciente toma la sesiones que necesita para cerrar su Gestalt de duelo.




Negación/Aislamiento

Todos, ante una pérdida, pasamos por unos instantes (minutos, días) de negación, donde vienen frases como “no lo puedo creer”, “esto no está pasando”, etc. A pesar de ser un mecanismo de defensa, hay quien registra dolor desde esta etapa.


Pacto/Negociación

En algunos duelos esta etapa se da cuando hay un intento de negociar un acuerdo o un arreglo ante la situación, como un intento de cambiarla de alguna manera; con Dios, la pareja, yo mismo, etc.

Si hablamos de duelos por personas que han fallecido, podemos ver en algunas personas que viven eta etapa haciendo una especie de ofrenda o sacrificio, algo así como dar algo para honrar la memoria de quien se fue.


Ira

En esta etapa vienen los porqués. “Porqué a mi”, “porqué pasó esto”, “porqué merezco este dolor”, “porqué me duele tanto”, etc. Hay ira desplazada a diversos lugares-personas; familiares, Dios, yo mismo, amigos, jefes, enfermedades, doctores, etc. Como hay tanta impotencia, hay mucho enojo acumulado y brotan viejos resentimientos, venganza, etc.


Depresión/Contacto

En esta etapa está finalmente el contacto con el dolor, y promover este contacto facilita el proceso de esta etapa. Es decir, frases como “no estés triste”, “no llores”, “no pasa nada” no son facilitadoras, por el contrario, son represoras. En el acompañamiento ante alguien que sufre, sino sabemos que decir, silencio vale mas que mil palabras. La persona que está pasando por esta etapa no necesita frases donde el dolor se reprime. Este momento es crucial. Contactar, llorar, extrañar, sentir, gritar. Es decir, vaciar todas las emociones y manifestaciones que surjan.


Aceptación

No hay que confundir aceptación con felicidad o por el contrario resignación, olvido, etc. Aceptar es aprender a vivir con esa pérdida, es sobrellevar el dolor y encontrar la felicidad sin lo que se perdió. Aceptar es sentir en el propio cuerpo la energía de que la vida sigue, es adaptarse, reacomodarse a una nueva forma de vivir y experimentar la esperanza de seguir adelante en una vida que aún tiene sentido.


No deseo entrar en controversia, pues el último punto que quiero agregar no es fácil. Sobre todo cuando las pérdidas son de seres queridos y por razones abruptas, inesperadas o que visualizamos como injustas. Sin embargo, el significado del último punto es liberador y trae una resignificación a la pérdida.


Toda pérdida es un regalo.

Esta visión normalmente no se menciona al inicio de la pérdida porque tampoco es sencilla de ver. Sin embargo, toda pérdida tiene una ganancia, un regalo.

"La muerte de un ser querido nos conecta con el agradecimiento por estar vivos y con la conciencia de la impermanencia que nos lleva a no perder el tiempo en sufrimiento y disfrutar cada día" S. Salinas

Cuando perdemos algo o perdemos a alguien y hemos concluido el duelo, es posible visualizar y sentir un aprendizaje, madurez, fortaleza, sabiduría, amar la vida y el tiempo que nos quede, valorar lo que sí tenemos y quienes siguen junto a nosotros.


En fin, abrir nuestro corazón a soltar es abrir nuestro corazón a recibir.

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