top of page
Buscar
  • Foto del escritorKaren Padilla

Las 7 Leyes Espirituales del Éxito

Las 7 Leyes Espirituales del Éxito de Deepak Chopra

Karen E. Padilla Anaya


Deepak Chopra en uno de sus libros más emblemáticos habla sobre las leyes del éxito pero en realidad se aplica a todas las áreas de nuestra vida en donde queremos mejorar.


La primera ley es la de La Potencialidad Pura


Esta ley básicamente habla de que nuestra esencia es nuestra conciencia, misma que está conectada con la naturaleza y acercarnos a ella es acercarnos a nuestro yo auténtico. Todo ser humano tenemos una chispa divina, la cual nos da una potencialidad infinita de cosas por hacer, pensar, decir, sentir, etc. Por lo tanto, no tenemos límites en cuanto a lograr lo que nos propongamos.


Chopra propone practicar esta ley con tres ejercicios principales:

El silencio. Meditar o practicar el silencio, nos aleja de las cosas terrenales y nos acerca a lo esencial. 30 minutos por la mañana y 30 minutos por la tarde de practicar el silencio son un buen comienzo para estar en comunión con nosotros mismos.


Contacto con la naturaleza. Todos los días, al menos una vez, nos detendremos a observar con atención algo de la naturaleza, un árbol, un atardecer, de esta manera, aprendemos sobre la conexión interna, con el universo y eventualmente el vínculo con otras personas.


No juzgar. Practicar este acto nos lleva a vivir más libres pues no estamos juzgando ni preguntándonos qué piensan las demás personas de nosotros. Por la mañana, pensar en la frase “Hoy no voy a juzgar”, y concentrarse en no juzgar, también nos ayudará a detectar cuantas veces al día tenemos el impulso de hacerlo.


La Ley del Dar.


También podría llamarse la ley del dar y recibir, pues el universo opera fluyendo de esta manera. Lo más importante de este fluir es la intención. La intención debe ser siempre que el que da o el que recibe cree felicidad.

En esta ley aprendemos que si acaparamos y acumulamos no tenemos espacio para recibir, de hecho, por muchas circunstancias a muchas personas les cuesta trabajo recibir afecto, elogios, tiempo, cariño, etc.

Practicar esta ley es bastante simple, si quieres palabras de afecto, da palabras de afecto, si quieres un abrazo, da un abrazo. La manera más fácil de obtener lo que deseamos, es ayudar a los demás a que obtengan lo que desean.


La Ley del Karma


El karma es acción-reacción. Toda acción que tomamos, tiene una consecuencia en nuestro entorno, y a pesar de que muchas de nuestras reacciones son condicionadas, podemos reaprender para ser más ascertivos.

Esta ley se trabaja con la conciencia, haciéndonos conscientes de lo que decidimos y de las consecuencias que tienen nuestras decisiones, así como asumir la responsabilidad sobre dicha decisión.

Un buen ejercicio para trabajar esta ley es cuando tomamos una decisión hacernos dos preguntas:

-Qué consecuencias puede traer esta decisión?

-Mi decisión me traerá felicidad y a los de mi entorno?


La Ley del Menor Esfuerzo


Esta ley trae un shock a las personas, sobre todo las que aprenden que lo que se desea se obtiene con esfuerzo y trabajo, pero hay que entender esta ley a qué se refiere.

La inteligencia de la naturaleza funciona sin resistencia, espontánea. No es lineal, es intuitiva, holística y estimulante. Cuando estamos en armonía con la naturaleza podemos utilizar la sabiduría del verdadero yo, y por tanto, del menor esfuerzo.

Es mínimo el esfuerzo cuando los actos son actos de amor, pues esta es la energía que abunda en la naturaleza. La forma de practicar esta ley consta de 3 puntos.


El primero es la aceptación, cuando aceptamos la situación en la que vivimos, la familia que tenemos, quiénes somos, nos liberamos de una resistencia de querer que las cosas sean diferentes de cómo realmente son. El futuro podemos cambiarlo con acciones, decisiones, objetivos, etc. Pero el presente no.


El segundo es la responsabilidad. Asumir la responsabilidad de lo que somos, lo que hacemos y lo que sentimos es un pilar importante para enfocarnos en las oportunidades y no perder tiempo en buscar culpables.


El último es dejar de tener actitud a la defensiva. Se flexible ante otras opiniones, formas de pensar y hacer las cosas, no todo el mundo lleva el mismo proceso ni ve la vida igual


La ley de la Intención y del Deseo


Aprender el lenguaje del universo. El universo, fue creado con afirmaciones, no negaciones, entonces frases como “que no me vaya mal” hay que cambiarlas por “que me vaya bien” pues energéticamente el no no es entendido.

Los ejercicios que propone Chopra para practicar esta ley son:


Anota concretamente tus planes, sueños, objetivos, y leelos constantemente, intensiónalos.


Suelta estas peticiones, estos deseos, y entrégalos a lo supremo que tu creas. No intentes controlar ni acelerar el proceso, simplemente haz lo que te toca y deja que lo demás fluya.


Confía, aún cuando parezca que todo está saliendo mal, confía en que justamente así es como se está acomodando para obtener lo que deseas.


La ley del Desapego


Renunciar al apego de lo conocido y entrar al mundo infinito de lo desconocido, de las posibilidades. El punto de referencia es el espíritu, lo material es pasajero y efímero, por lo que apegarnos a lo externo a nosotros es apegarnos a algo que no está destinado a ser atado.

Para practicarlo, los ejercicios propuestos son:


Liberar a mi entorno para ser como quiera ser. Aceptar que hay personas diferentes a mi y no imponer mi forma de ver las cosas.


Vivir en la incertidumbre de no saber cómo serán las cosas y el futuro, para fluir de una forma más auténtica y menos neurótica.


La Ley del Dharma


Es una palabra sánscrita que significa propósito de la vida. Todas las personas y seres nos hemos manifestado físicamente en este mundo para cumplir un propósito.

Cada ser humano tiene una esencia y talento único así como su forma de expresarlo.

La ley del Dharma tiene tres áreas principales.


La primera es que cada ser está en este mundo para encontrar a su verdadero yo. No somos seres humanos con experiencias espirituales ocasionales, somos seres espirituales con experiencias humanas ocasionales.


La segunda es el talento único. Cada persona tenemos un talento único que hacemos mejor que cualquiera, potencializar vivir y compartir ese talento nos acerca a una vida plena.


El tercero es el servicio. Estar al servicio de la naturaleza y de la humanidad y no esperar nada de regreso, mucho menos que éstos estén a nuestro servicio. Ayudar sin preguntarnos ¿Y yo qué gano?


Cuando comenzamos a comprender, y vivir estas leyes, nos encontramos viviendo plenos y felices, pues hemos encontrado nuestra razón de vivir.


108 visualizaciones0 comentarios
bottom of page